Según Charlene Li, la idea central es incentivar a los clientes más entusiastas para que hablen con sus amigos y éstos a su vez, hablen con sus conocidos. De esta manera, la generación de potenciales clientes, que suele tomar mucho tiempo en el ciclo de ventas, es llevada a cabo por los usuarios. LEGO, por ejemplo, ideó el programa "embajadores", que selecciona a un grupo reducido de fanáticos y les informa sobre los próximos lanzamientos. Los embajadores difunden esta información en sus redes personales, y tienen la obligación de transmitirle a la empresa las inquietudes de otros miembros de la comunidad, tarea por la cual reciben una retribución en ladrillos LEGO.
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